El precio de la soja ha experimentado un aumento significativo en los últimos días, impulsado por las expectativas de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China. La tonelada en Chicago se acercó a los 400 dólares, un nivel que no se veía desde hace más de un año. Este incremento genera expectativas dentro del equipo económico argentino, que analiza cómo estos ingresos podrían colaborar a reforzar las reservas del Banco Central en lo que queda del año y en los primeros meses de 2026.
El ministro de Economía, Luis Caputo, enfrenta vencimientos de deuda en moneda extranjera que superan los 20.000 millones de dólares a partir de enero de 2026. En este contexto, la liquidación de granos se presenta como una fuente clave de divisas para cumplir compromisos financieros y mantener la estabilidad macroeconómica. Entre octubre y febrero, se espera que los ingresos por exportaciones de maíz, trigo, cebada, soja y girasol oscilarían entre 5.000 y 7.250 millones de dólares, dependiendo de los resultados finales de la campaña agrícola.
La influencia de las retenciones y el campo argentino
En septiembre, el Gobierno implementó una medida de retenciones cero a las exportaciones de granos que solo duró tres días y generó fricciones con pequeños productores. Este grupo criticó la maniobra, asegurando que favoreció principalmente a las grandes cerealeras. A pesar de estos conflictos, el Ministerio de Economía continúa monitoreando el flujo de divisas del campo, dado que las liquidaciones de granos representan un alivio importante para enfrentar vencimientos y fortalecer las reservas internacionales.
Los principales cultivos del país presentan diferentes precios en los mercados internacionales. Actualmente, la tonelada de maíz cotiza en 169 dólares, el trigo en 195 dólares y la harina de soja en 333 dólares. Estas cotizaciones permiten proyectar ingresos concretos por cada tipo de cultivo, con estimaciones de 650 millones de dólares en octubre y un monto similar en noviembre. A partir de diciembre, las liquidaciones podrían superar los 4.000 millones de dólares combinando trigo, cebada, maíz, soja y girasol hasta marzo de 2026.
Expectativas por el acuerdo entre Estados Unidos y China
El reciente aumento de la soja se relaciona directamente con las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China. La noticia de que China podría comprar hasta 10 millones de toneladas de soja estadounidense generó un repunte en los precios en Chicago. Esta situación modifica la dinámica en América del Sur, ya que el país asiático podría reducir sus compras en Brasil y Argentina en favor de Estados Unidos, lo que afectaría los ingresos esperados en la región.
A pesar de este escenario, Argentina ha logrado aprovechar algunas oportunidades. La combinación de bajas temporales en las retenciones y la buena cosecha ha permitido que China incremente sus compras en el país, generando ingresos adicionales para el Banco Central. No obstante, expertos advierten que los beneficios de este aumento en los precios de Chicago podrían verse limitados si se concreta un acuerdo amplio entre las dos potencias, ya que los compradores optarían por la soja estadounidense, más cercana y competitiva.
Estrategias del Gobierno para enfrentar los vencimientos
El Tesoro argentino cuenta con instrumentos como el swap firmado con Estados Unidos, que asegura un flujo de divisas adicional en caso de ser necesario. Sin embargo, el equipo económico también busca reforzar la confianza de los inversores y reducir el riesgo país para poder acceder a financiamiento internacional. La combinación de ingresos por exportaciones, reservas acumuladas en el Banco Central y un posible repunte en los bonos en dólares conforma la estrategia para afrontar los compromisos de deuda a corto y mediano plazo.
Si bien los vencimientos de los últimos meses de 2025 no generan preocupación inmediata, el escenario se complica a partir de enero de 2026, cuando los compromisos superan los 20.000 millones de dólares. En este marco, la liquidación de la cosecha y los ingresos derivados de la soja se presentan como un componente esencial para estabilizar la economía y asegurar los pagos de deuda sin comprometer la liquidez del mercado.
Conclusión
El aumento de los precios internacionales de la soja, impulsado por factores externos como las negociaciones entre Estados Unidos y China, ofrece una oportunidad para reforzar las reservas del Banco Central argentino. No obstante, la dependencia de estos ingresos plantea un escenario delicado que requiere planificación cuidadosa y coordinación con otros instrumentos financieros. La liquidación de granos se perfila como un aliado estratégico para afrontar vencimientos de deuda y garantizar la estabilidad económica en los próximos meses.
